Controversia en la Gala de Viña del Mar 2025
La periodista Ivette Vergara no se mordió la lengua al hablar sobre la desastrosa Gala de Viña del Mar 2025, que ella misma describió como 'el peor evento al que he asistido'. La noche terminó con Vergara desmayada debido al agotamiento provocado por portar un impresionante vestido de 12 kilogramos adornado con cristales, comparando la experiencia con llevar una armadura.
La crítica de Vergara no se detuvo en el vestido pesado. También señaló la pésima organización del evento, que dejó a los invitados en largas esperas. Según sus declaraciones, a pesar de haber acordado un horario fijo para su aparición, el equipo de producción no respetó los tiempos pactados, causando esperas prolongadas para todos los presentes. Muchos de los asistentes, tal como menciona Vergara, tuvieron que esperar hasta cuatro horas antes de poder desfilar por la alfombra.
Caos y Reclamos por el Comportamiento de Invitados
El caos no se limitó a la planificación deficiente. Un incidente que causó gran revuelo fue la llegada tumultuosa del equipo de Tonka Tomicic, cuyo comportamiento desencadenó un verdadero alboroto. Según Vergara, los miembros del equipo empujaron a los asistentes, lo cual provocó la caída de la joven Laura de la Fuente. Este momento dramático dejó a Laura llorando, situación que levantó indignación entre los presentes.
La situación se tornó tan tensa que figuras como Karen Paola y Rafael Araneda se rehusaron a abandonar la gala hasta que Laura pudo caminar por la alfombra roja. Vergara hizo un llamado urgente a condenar comportamientos de 'divismo' inaceptables, mencionando que es hora de dejar de tolerar estos desplantes de respeto. Por su parte, Angélica Castro agradeció públicamente a Vergara por su apoyo a Laura durante el incidente.
Este evento, que pretendía ser una noche de glamour y celebración, se convirtió en una pesadilla de desorden y actitudes irresponsables. Al parecer, las palabras de Vergara resonaron entre los asistentes, quienes también compartieron su frustración con la falta de respeto y la mala organización vivida en esta edición de la gala.
Rodrigo Reveco
La gala fue un espejo de lo que se volvió la cultura chilena: espectáculo vacío, ego desbordado y poca empatía. No es solo el vestido de 12 kilos, es que nadie se pregunta por qué seguimos celebrando esto. ¿Quién ganó? Nadie. ¿Quién sufrió? Todos los que no tienen poder para decir no.
Lo peor no es el caos, es que lo aceptamos como normal.
Ya no es glamour, es ritual de humillación disfrazado de fiesta.
Viviana Pérez Anave
Lo que pasó es triste, pero hay esperanza. Ivette no solo denunció, también levantó la voz por alguien que no podía. Eso cuenta. Hay más gente que piensa como ella, solo que no tiene plataformas. Este momento puede ser el punto de inflexión: si todos exigimos respeto, la industria tendrá que cambiar. No es utopía, es solo dignidad.
Gracias a quienes no se callan.
CHI-Lucrecia Maureira
Me encanta cómo Ivette lo dijo, pero hay que verlo desde la historia. Viña ha sido siempre un circo con luces y poca sustancia, desde los 70. Los vestidos pesados? Eso viene desde que se inventó el 'look de reina' sin importar si la reina puede respirar. El caos de Tonka? Ya lo vimos con otros artistas que se creen inmunes.
Lo que cambió es que ahora tenemos redes, y la gente ya no se rinde. La gente que lloró, la que se quedó, la que se negó a caminar... eso es resistencia silenciosa.
Y sí, Angélica Castro tuvo razón en agradecerla. No es solo apoyo, es reconocimiento de que alguien se puso en el lugar del otro.
Quizás este año, por primera vez, la gala no fue el centro de la cultura, sino el espejo de lo que no queremos ser más.
Catalina Opazo
12 kilos. En serio? Y nadie dijo 'no' antes? 😒
Leonardo Zuñiga
Lo que me duele no es el vestido, es que Laura cayó y nadie la ayudó de inmediato. Eso habla de algo más profundo: la deshumanización del espectáculo. Si una persona cae y no hay urgencia, entonces el glamour no es para celebrar, es para consumir.
Es triste, pero no es nuevo. Solo que ahora lo vemos con más claridad.
Mauro Tolazzi
La gala fue un desastre total 😭 pero al menos Ivette no se calló y eso es heroíco
Y oye, si alguien lleva 12 kilos de cristales y se desmaya, eso es arte, no moda
Chile necesita más personas así, no más tontos con micrófono
👏👏👏
Feña Agar
¿Alguien más notó que el vestido de Ivette era de una marca que patrocina a la cadena de televisión? 😏
Esto no es un desastre, es un montaje. Todo fue planificado: el peso, la caída, el desmayo, el llamado a la indignación. ¿Por qué? Porque el rating de esta gala subió un 300% en 24 horas.
Y ahora todos están hablando de ella... y de su vestido.
La verdad es que no es la gala más pésima, es la más exitosa. Y eso es lo más triste.
La industria no falló. Ella sí. Ella jugó su parte perfectamente.
Y tú, ¿estás comprando el mito o la verdad?
Cristián Hernández
¿Alguien se preguntó por qué justo esa noche, con ese vestido, con esa caída, justo cuando se anunciaba la nueva ley de protección a periodistas? 🤔
Esto no es caos, es operación psicológica. La misma gente que controla los canales, los influencers, los patrocinadores... todos sabían que si alguien se desmayaba con un vestido de cristales, se volvería viral. Y lo hicieron.
La caída de Laura? No fue un accidente. Fue un distractor. Para que nadie hablara de la compra de la televisión por el grupo de inversiones que también posee la productora de Viña.
Y ahora, con la indignación, nadie pregunta por qué el equipo de Tonka tenía acceso prioritario... porque ya no importa.
Esto es manipulación mediática pura. Y nosotros, como siempre, caemos en el drama.
La gala no fue un desastre. Fue un experimento. Y nosotros, los espectadores, somos los conejillos de indias.