El viernes 24 de septiembre, el set de Tom Holland se convirtió en centro de atención cuando una secuencia de acrobacias diseñada para Spider-Man: Brand New Day salió mal. Durante la toma, el actor sufrió una caída que le provocó una concussion leve, obligándolo a ser trasladado de inmediato al hospital para una evaluación médica completa.
Detalles del accidente y estado de salud
Fuentes cercanas a la producción confirmaron que la caída no involucró ningún equipo especial, sino una maniobra de parkour que el propio Holland realizaba para lograr mayor realismo. El personal de primeros auxilios actuó rápidamente, estabilizando al actor y enviándolo al centro médico más cercano. Los médicos diagnosticaron una conmoción cerebral de baja gravedad, lo que, aunque alarmante al principio, no requirió intervención quirúrgica.
Como medida preventiva, el equipo de producción decidió pausar la filmación durante al menos 48 horas mientras se monitoriza la evolución del actor. Los especialistas recomiendan descanso absoluto y evitar actividades que puedan desencadenar síntomas, por lo que Holland permanecerá bajo observación antes de reincorporarse al set.

Impacto en la producción y reacciones públicas
El parón en el rodaje genera una ligera reprogramación del calendario, pero los productores aseguran que el retraso será mínimo y que el equipo está preparado para reajustar las escenas restantes. "La seguridad del elenco y del equipo es nuestra prioridad número uno", declaró el director de fotografía en una breve entrevista.
A pesar de la lesión, Holland demostró su compromiso con causas solidarias al asistir al evento de beneficencia “Heroes for Hope” el sábado, acompañado por su coprotagonista y prometida Zena. La aparición fue breve y sin incidentes, lo que alivió a los seguidores que temían que la lesión fuera más grave.
El incidente vuelve a poner sobre la mesa la discusión sobre los riesgos físicos que enfrentan los actores en películas de superhéroes. Cada escena de acción implica una combinación de efectos especiales, dobles de riesgo y, en ocasiones, la participación directa del protagonista, lo que eleva la presión sobre los protocolos de seguridad. Tras el accidente, la productora ha anunciado una revisión exhaustiva de sus procedimientos, incluyendo pruebas de resistencia física y simulacros de emergencia más rigurosos.
En resumen, la lesión de Tom Holland ha sido catalogada como leve, con expectativas de pronta recuperación y regreso a los estudios en pocos días. La pausa temporal permite a la producción reforzar sus medidas de protección y garantizar que el resto del rodaje se desarrolle sin contratiempos mayores.