Goleada y esperanza: Universidad de Chile revive en el Grupo A
En una noche mágica en el Estadio Nacional el 14 de mayo de 2025, Universidad de Chile demostró por qué nadie puede descartarla tan fácilmente en la Copa Libertadores. Ante más de 38.000 hinchas encendidos, la U desplumó a Carabobo FC con un contundente 4-0 que fue ovacionado en el estadio y que volvió a dar oxígeno a sus esperanzas de seguir en el torneo más codiciado de Sudamérica.
El protagonista inesperado fue el mediocampista Matías Zaldivia, que se lució abriendo el marcador y generó peligro constante en el área venezolana con dos remates a portería. Poco después, Charles Aránguiz demostró su temple ejecutando un penal sin titubeos, mientras que otros dos compañeros se sumaron a la fiesta de goles, mostrando la variedad ofensiva del plantel. El técnico azul, consciente de los números, no ocultó su satisfacción: “Estos partidos no se ganan solo con garra, aquí mostró el grupo que tiene fútbol y cabeza fría”, soltó ante la prensa tras el pitazo final.
¿Sirve de algo golear así cuando dependes de otros resultados? En este Grupo A, cada gol se transforma en oro. Universidad de Chile llegó a 10 puntos, apenas dos detrás de los líderes Estudiantes de La Plata y Botafogo, ambos con 12. Con ese margen tan estrecho, la última jornada se anticipa al rojo vivo. Pero si algo dejó claro la U en Santiago es que no piensa rendirse ante los pronósticos. Ya en el partido anterior contra Carabobo, le endosaron otros cuatro goles; la diferencia es que ahora el margen era imprescindible para no quedar fuera de la conversación continental.
Matemáticas, goles y el fantasma de la Sudamericana
La goleada frente a Carabobo no sólo levantó los ánimos en la U, también metió presión a los colosos del grupo. Pero la realidad es terca: si no logran superar a Estudiantes o Botafogo en puntos o diferencia de goles tras la jornada final, el premio de consolación será el pase a la Copa Sudamericana, reservada a los terceros de grupo en Libertadores. El vestuario lo sabe, y los hinchas no esconden esa mezcla de ilusión y nerviosismo que sólo el fútbol puede explotar en 90 minutos.
La clave del triunfo azul está en el reparto de protagonismo: cuatro futbolistas diferentes marcaron los goles, un síntoma de que el equipo no depende de una sola figura. Además, la defensa se mostró sólida y el arquero apenas tuvo trabajo, síntoma de una superioridad abrumadora ante un Carabobo que nunca tuvo respuestas ni en la cancha ni en el banco.
El cierre de la fase de grupos será un examen de carácter. El equipo sabe que la diferencia de goles podría ser decisiva y ningún detalle puede darse por sentado. La hinchada se va preparando para una jornada final de infarto, porque mientras haya opciones de octavos, la ilusión no se negocia. Y como dicen en el fútbol, los milagros existen siempre que el equipo crea en ellos hasta el pitazo final.
Octavio Montero
Soy periodista especializado en noticias diarias y me apasiona escribir sobre la actualidad en Chile. Trabajar en medios de comunicación me ha permitido estar siempre informado y compartir esa información con los demás. Mis artículos se centran en ofrecer una visión clara y precisa de los acontecimientos del día a día.
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