En los últimos días, la disputa entre Daniela Aránguiz y la periodista Cony Capelli se ha convertido en tema de conversación en varios programas de entretenimiento y en las redes. Todo comenzó cuando Capelli, durante una visita a un pub del centro, lanzó un insulto contra Aránguiz, llamándola "canera". El término, según explicó la propia Capelli, aludiría a las supuestas visitas de Aránguiz a Jorge Valdivia, su ex pareja, mientras el futbolista cumplía condena.
Detalles de la confrontación
Según los testigos presentes, la discusión se encendió rápidamente. Capelli habría alzado la voz y repetido el calificativo, mientras Aránguiz, visiblemente alterada, le replicó que no estaba dispuesta a seguir tolerando esos ataques. En un momento, Aránguiz habría mencionado que quería que Capelli se sometiera a un examen de detección de drogas, como forma de poner en entredicho su credibilidad.
Aránguiz, a través de su cuenta en Instagram, publicó una serie de historias en las que mostraba fragmentos de la conversación y expresaba su deseo de no volver a cruzarse con Capelli. "Espero que no me busque otra vez", escribió, dejando claro que la intención era cerrar el ciclo.

Repercusiones y reacciones
El intercambio no tardó en trasladarse a otras plataformas. Capelli respondió en Twitter, defendiendo su postura y calificando la exigencia de la prueba de drogas como "un intento de desviar la atención". Mientras tanto, familiares y amigos de Valdivia han pedido a los medios que mantengan la controversia fuera del foco, argumentando que la situación ya genera suficiente presión para el ex deportista, que sigue cumpliendo una condena.
Observadores de la farándula consideran que este enfrentamiento forma parte de una serie de conflictos personales que han surgido alrededor del caso legal de Valdivia. El hecho de que ambas partes utilicen los canales digitales para lanzar acusaciones y contra‑ataques sugiere que, en la era de la información instantánea, las disputas privadas pueden convertirse rápidamente en espectáculo público.