Un recorrido inesperado en Chengdu
Cuando Alejandro Tabilo cruzó la pista de tenis en Chengdu, pocos esperaban que terminaría disputando la final. El chileno, de 28 años, ingresó como cualificado y sorprendió al superar a rivales de mayor rango sin perder un set en la fase de clasificación. Su primer desafío fue contra Rigele Te, al que derrotó 6-4, 6-4, mostrando ya la precisión de su derecha y la firmeza de su revés.
En el cuadro principal, Tabilo no perdió el ritmo. Venció a un veterano de la ATP en cuartos de final y luego desmanteló a un jugador de top 50 en semifinales, consolidando su paso a la final contra el italiano Lorenzo Musetti. El partido, jugado bajo una ligera bruma, se tornó un duelo táctico: Musetti intentó la agresividad con su revés, mientras Tabilo se apoyó en su potente servicio y su juego desde la línea de base.

Implicaciones para su carrera
El puesto en la final no sólo significó el trofeo de un torneo ATP 250, sino que también aportó una bonificación económica que eleva su facturación anual a $714.499. Ese número, sumado a los $4.084.383 que ha acumulado a lo largo de su trayectoria, pone al tenista chileno entre los deportistas mejor pagados del país.
En cuanto al ranking, la charla entre analistas es diversa. Algunas agencias lo sitúan en la posición 112 del ranking mundial, mientras que otras, basándose en los puntos obtenidos en Chengdu, lo proyectan como alto del 70. Sea cual sea la cifra exacta, el salto es palpable: el jugador ha escalado varios puestos en los últimos meses, reforzando su presencia en los torneos de categoría media y alta.
Este avance se suma a los dos títulos de singles que Tabilo ya ostenta en su palmarés, junto con una victoria en dobles. Nacido en Toronto, Canadá, pero representante de Chile, ha sabido combinar su estilo izquierdo con una mentalidad de alta presión. Su altura de 1,88 metros y su peso de 75 kilogramos le brindan una balanza ideal para generar potencia sin sacrificar agilidad.
Los expertos en tenis chileno destacan que la actuación en Chengdu abre puertas a invitaciones en torneos de mayor categoría, como los ATP 500 y posiblemente los Masters 1000. Además, la confianza que ha ganado al vencer a jugadores de ranking superior puede traducirse en mejores resultados en los Grand Slams, donde aún busca su primera aparición en cuartos de final.
Fuera de la pista, Tabilo ha comentado que el apoyo de la afición chilena y el trabajo constante de su equipo técnico han sido clave para superar los altibajos de la temporada. "Cada punto en Chengdu fue una lección, y ahora estoy listo para afrontar los próximos desafíos con la misma garra", declaró en la rueda de prensa posterior al partido.
El futuro inmediato del tenista incluye la preparación para el Asian swing, donde competirá en eventos en Japón y Corea del Sur. Con la mirada puesta en consolidar su posición dentro del top 100, Tabilo busca maximizar su juego de servicio y afinar su devolución, áreas que los analistas consideran sus puntos fuertes pero que pueden pulirse para enfrentar a los mejores del circuito.
En resumen, la campaña de Chengdu no sólo ha añadido un trofeo a su vitrina, sino que ha reforzado su estatus como uno de los jugadores latinoamericanos con mayor proyección en la actualidad. El próximo capítulo de su carrera parece estar escrito con tinta de progreso y determinación.